martes, abril 12, 2011

A veces...



A veces…
Las cosas más simples y sencillas del mundo
son las que más se aman.
La flor que nace del vientre de la tierra,
la roca partida por el castigo del tiempo,
las cosas que nacen de la nada y engendran.
Lo que se va y se vuelve, el sol y la mañana.
Un pedazo de tierra, que sin él se es nada,
un pájaro que forma su nido de esperanza,
lo que es parte de mí sin siquiera ser mío,
o aquel simple recuerdo de lo que más se quiso.
Sí. A veces… lo más pequeño es lo que más se ama.


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