martes, enero 10, 2012

En paz



Muy cerca de mi ocaso yo te bendigo vida,
porque nunca me diste ni esperanza fallida,
ni trabajos injustos, ni pena inmerecida.
Porque veo al final de mi rudo camino,
que yo fui el arquitecto de mi propio destino;
que si extraje las hieles o la miel de las cosas,
fue porque en ellas puse hiel o mieles sabrosas.

Cuando planté rosales, coseché siempre rosas.
. . .Cierto, a mis lozanías va a seguir el invierno;
¡mas tu no me dijiste que mayo fuese eterno!
Hallé sin duda larga las noches de mis penas,
mas no me prometiste tú solo noches buenas,
y en cambio tuve algunas santamente serenas. . .

Amé, fui amado, el sol acaricio mi faz.
¡Vida, nada me debes. . . Vida, estamos en Paz!
                                                                                                           Autor: Amado Nervo