Creí haber amado
de todos los modos posibles,
creí no aprender más
pero aprendí que nunca
el corazón deja de amar.
Creí haber amado por completo
en cuerpo, alma y corazón,
mas aprendí que también se puede amar
sin ser provocado por un motivo o razón.
Creí haber conocido
del amor todas sus facetas,
pero fui mi propio testigo
al aún no experimentarlas completas.
Creí saber tantas cosas
y en realidad nada sabía,
contigo he aprendido
que en el amor no existen medidas.
Creí también en un principio
que el quererte era una ilusión
y con el tiempo pude ver
que te amaba con pasión.
Creí que podría ser pasajero
pero mi corazón decía lo contrario
y cada día sentía más por ti,
como si él quisiera afirmarlo.
Ahora sé cuánto te amo,
que lo que siento es puro y real,
que mis sentimientos son inquebrantables,
que nada ni nadie los hará cambiar.
Me ensañaste lo que es amar,
a amar de diferentes maneras
me enseñaste a vivir el sueño
de un amor más allá que cualquiera.
Por eso nunca olvides
lo que digo en esta oración
y es que tú has de estar
siempre en mi mente,
siempre en mi corazón.