La Pequeña Muerte

No nos da risa el amor cuando llega a lo más hondo de su viaje, a lo más alto de su vuelo: en lo más hondo, en lo más alto, nos arranca gemidos y quejidos, voces del dolor, aunque sea jubiloso dolor, lo que pensándolo bien no tiene nada de raro, porque nacer es una alegría que duele. Pequeña muerte, llaman en Francia a la culminación del abrazo, que rompiéndonos nos junta y perdiéndonos nos encuentra y acabándonos nos empieza. Pequeña muerte, la llaman; pero grande, muy grande ha de ser, si matándonos nos nace.

Autor: Eduardo Galeano

Solo tú y yo

Solo tu y yo, dos miradas, un lenguaje,

donde no se necesita el sonido de una voz.

Un lenguaje que exprese lo que con palabras es inefable

un lenguaje que emite la pureza de un corazón.

Solo tu y yo, dos bocas, un aliento

que se mezclan mutuamente, no llegando a importar

si es pecado el sentimiento que nos llena por dentro

o si es condena el don que llamamos amar.

Solo tu y yo, dos corazones, un latido

al compás de una danza realizada entre los dos,

donde solo el sentimiento que nos une es testigo

de la más infinita e intensa declaración.

Solo tu y yo, dos cuerpos, un solo ser

consumidos por el deseo de un amor desesperado,

donde solo los amantes poseen el regalo de entender

que nuestro amor será un delito... ...pero jamás un pecado.

Solo tu y yo, dos amantes, un destino,

destino que ya no importa si es digno o inmoral...

Es preferible ser amado y amar lo que es prohibido

que vivir soñando que se ama, para luego despertar.

Y así somos, solo tu y yo

bajo un manto de caricias las cuales son,

no tan solo una caricia, si no una posesión...

porque sabemos que un beso...

uno solo puede más que el olvido,

si se juntan dos bocas en un beso prohibido...

Quiereme como soy

Quiéreme como soy

sin restricciones, ni fundamentos

con mis temores y mis tormentos

con mis virtudes, con mis defectos.

Quiéreme como soy

con mis penas y mis dudas,

con mis dosis de locura,

en mis caminos a la cordura...

Quiéreme como soy

con mis silencios, mis pocas palabras,

si estoy de buenas, si estoy de malas,

cuando quieras respuestas y no diga nada.

Quiéreme como soy

de colores o en gris,

si estoy triste, si estoy feliz...

Simplemente quiéreme así.

Quiéreme como soy

Con lentitud, con calma,

sin tregua, sin pausa,

que tu cariño del alma salga.

Quiéreme como soy

sin mentiras, sin engaños,

sin esperar nada a cambio,

o cuando sin querer te haga daño.

Quiéreme como soy

con mis mundos e idealismos,

mis personalidades y mis conflictos,

que nada apague ese cariño.

Quiéreme con paciencia,

aprende a apreciar mi inocencia.

Pero quiere aún más

cuando notes en mí indiferencia.

....Tan solo quiéreme como soy

es lo único que te pido.

No intentes cambiar

lo que en mí has conocido.

Mi amistad para ti

   

Has de haber escuchado

aquel decir  ya  gastado

de que los amigos son pocos…

y que razón quien lo ha inventado.

Esas pocas amistades

son las más que se cuidan

no importan sus diferencias,

sus distancias o pasadas vidas. 

Quiero que sepas una cosa

que entre todas mis conocidas

tú eres una de las pocas

a quien puedo llamar amiga.

Pero aparte de ser amiga

estoy más que encantada

que seas parte de mi vida

y poder llamarte hermana.

Casi aseguro que al leer estos versos

los cuales salen del corazón,

dejarán tus ojos escapar rocíos,

pero no de tristeza si no de afección. 

Espero aceptes este humilde poema

junto con las palabras dedicadas a ti.

No es mucho, pero van con toda el alma

y con toda el alma he de apreciarte así.